El Ministerio de Medio Ambiente ha dado luz verde a la consrucción de la presa de Alcolea y el canal de Trigueros, un proyecto en el que el gobierno central y la Juntat de Andaucía invertirán 152 millones de euros. La presa tendrá una capacidad de 250 hectómetros cúbicos y ocupará 1500 hectáreas de los términos de Gibraleón, Calañas, Alosno, Castillejos y Valverde aunque el núcleo del embalse se situará entre los brazos del Odiel y el Oraque(provincia de Huelva).
La ubicación de la presa y la recogida de las escorrentías ha llevado a la comunidad científica y a las agrupaciones ecologistas ha advertir en más de una ocasión que las aguas de la presa, que se utilizarán para el regadío y el consumo domiciliario, se cargarán durante su rocorrido con metales pesados procedentes de decenas de explotaciones mineras ubicadas río arriba del Oraque. El agua no será apta para el consumo humano.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) recuerda que la declaración de impacto ambiental (DIA) de la infraestructura hidráulica se emitió hace más de diez años y advierte que "el estudio de impacto está jalonado de indefiniciones, ya que basan la viavilidad del proyecto en la hipótesis de que la situación (de contaminación de las aguas por metales pesados) mejoraría en el fúturo con la reducción de la actividad minera y el efecto de la dilución de las lluvias y riadas, algo que a día de hoy no ha ocurrido". Es más, existen proyectos de reapertura de minas en la comarca bañada por el Odiel.
Felipe Fuentesalz, de WWF, subraya que según "la última modificación de la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental de 2010, para que la DIA no caduque y el proyecto pueda iniciarse, el MARM debería emitir un nuevo informe favorable que certifique que las condiciones no han cambiado y la DIA sigue vigente", Pero, insiste WWF,"este informe no se ha realizado y la administración comenzará a tramitar las expropiaciones de los terrenos necesarios para la obra".
Las comunidades de regantes que asistieron al acto presidido por la ministra Rosa Aguilar llevan años reclamando la obra pero también exigen un líquido de calidad y a día de hoy el pH del caudal muestra, según los estudios realizados, un pH muy bajo, con una acidez similar al vinagre, y presentan elevadas cargas de metales pesados como cadmio, cinc, cobre, cromo, mercurio, níquel y plomo. Estos datos se pueden contrastar con las estaciones de control que tiene la Agencia Andaluza del Agua.
La conclusión a la que llega WWF es clara: de realizarse el embalse de Alcolea, su agua sería inviable para riego, a no ser que se le diera un costoso tratamiento previo.
La advertencia sobre la peligrosidad del caudal no se encuentra solo en las filas ecologistas.
Un equipo de la universidad de Huelva, del departamento de Geodinámica de Ciencias Experimentales, formado por M. Olías, J.M Nieto, L.Galván, A.M Sarmiento y C.R. Cánovas, apunta que "la mayor parte de la red fluvial del Odiel está intensamente contaminada por drenajes ácidos procedentes de las numerosas minas que explotan los yacimientos de sulfuros de la Faja Pirítica. Cerca de su desembocadura (Gibraleón) el pH del Odiel es próximo a 3,6 cib elevadas concentraciones de metales disueltos". El mismo trabajo certifica que "la cantidad de metales tóxicos transportados por el róo al cabo del año es enorme: 4.500 toneladas
El trabajo subraya que Alcolea "se localiza en la confluencia de los ríos Oraque y Odiel, ambos fuertemente contaminados por el drenaje ácido de mina, por lo que existen serias dudas sobre la calildad final del agua del embalse".
Para sustentar sus estudios, el equipo partió de muestreos realizados en los riós y arroyos de la cuenca entre los años 2003, 2005 y 2007(todas las minas paradas), zonas de Sotiel, Oraque, Meca y la desembocadura en Gibraleón, embalse del Sancho y Olivargas, junto a otros pequeños pantanos no afectados por drenaje ácido de mina(embalse del Odiel, Asturiano, Riscoso, Calabazar y Campanario).
Los resultados que subraya el trabajo son claros: "La calidad del agua es pésima en todos ellos, aunque las condiciones más extremas son las del Odiel en Sotiel. Los niveles del río Meca y el Oraque son parecidos". "El río Meca está regulado por el embalse del Sancho, con elevadas concentraciones de tóxicos. Las aguas que llegarían a Alcolea presentan peores condiciones que las del Sancho, lo que induce a pensar que también tendría aguas ácidas y elevadas concentraciones de metales tóxicos", recalca el equipo de la UHU.
El trabajo mantiene que "Alcolea recibirá un elevado caudal de ácidos procedentes de las minas de Riotinto, Tharsis y Lomero-Poyatos, que son las que producen una mayor carga de contaminantes, además de otras muchas, como Sotiel, Concepción, Poderosa, Esperanza, Buitrón, Torerera, San Telmo y La Zarza". Y algunas de ellas han levantado el interés de grupos mineros que proyectan su reapertura(Lomero, San Telmo o La Zarza), lo que añadiría aun más cargas y riesgos al cauce de Alcolea.
Las conclusiones del trabajo universitario no pueden ser más rotundas: "De las estimaciones realizadas resulta que la calidad del agua de Alcolea será peor que la del Sancho(prohibido para riego y consumo humano). Esta agua no podría ser utilizada directamente en la agricultura ni para ningún otro fin".
Y sobre la Declaración de Impacto Ambiental utilizada para dar luz verde al proyecto y a las expropiaciones, la UHU sostiene en su informe que "parte (la DIA ) de asunciones no contrastadas. Aunque es cierto que en el embalse se produce un proceso de dilución por avenidas, la calidad final dependerá en cada caso de la cantidad de aportes ácidos en relación a los volúmenes de agua no afectados".
El análisis científico añade una reflexión y un consejo a las autoridades que subraya que " desgraciadamente en España tenemos multiples ejemplos de grandes obras hidráulicas ejecutadas que luego han resultado inservibles. Teniendo en cuenta la gran inversión prevista para la construcción de la presa y los posibles impactos que causaría, son necesarios estudios más profundos y rigurosos sobre la calidad final del agua antes de iniciar la ejecución de la obra".
16 profesores, en contra del proyecto original.
Un grupo de 16 profesores de la universidad de Huelva rubricaron un documento ante lo que parecia la inminente construcción de la presa de Alcolea en 2007 en el que dejaron claro que la mayoría de los contaminantes presentes en el agua del cauce del Odiel a su paso por Gibraleón, donde iría situado el embalse, son "fuertemente tóxicos y poseen la capacidad de acumularse en los tejidos de los seres vivos y pueden inhibir la actividad de las plantas, entre otros efectos". Sostienen sus aseveraciones en un argumento incontestable: "Según sus datos publicados en revistas científicas avaladas por el arbitraje de especialistas de reconocido prestigio, el Odiel conduce al mar en torno al 45% del cinc y el 12,5% del cobre que aporta el conjunto de todos los ríos del planeta, además de 23 toneladas/año de arsénico, 12 de plomo, 7 de cadmio, 34 de niquel. Todos son metales y metaloides tóxicos, especialmente el arsénico".
Los profesores subrayan que el riego agrícola, en el caso de El Sancho, produciría una acidificación del suelo. Y las condiciones de partida del futuro embalse de Alcolea son peores. "Se desconoce la repercusión de un futuro riego en los acuíferos afectados", recalcan. Los profesores, en el momento de firmar sus advertencias, aseguraron desconocer "la existencia de un plan de gestión de los lodos contaminados potencialmente acumulados en el vaso en el momento en que la presa deje de ser operativa. Este riesgo debe ser previsto". Según el documento , "es necesario un replanteamiento del proyeto porque la consecuencias medioambientales son a día de hoy una incognita". Sirva como antecedente que la presa de la Coronada, a ejecutar aguas arriba de Alcolea, fue desestimada en parte, por las mismas razones que se exponen en este escrito. Y Alcolea "no es apta para el riego agrícola y el consumo humano".
Gobierno, Junta y Ayuntamiento defienden el embalse del Odiel y el Oraque.
El consejero de Medio Ambiente, Díaz Trillo, sostiene que el agua ganará en calidad.
La ministra de Medio Ambiente Rural y Marino (MARM), Rosa Aguilar, aseguró surante su visita a Huelva la semana pasada que Alcolea supondrá "un importante impulso para el desarrollo de la industria y el turismo" y, conocedora de las dudas que se ciernen sobre el cauce, subrayó que "los ciudadanos pueden estar tranquilos con su suministro de agua, tanto en cantidad como en calidad. El proyecto cuenta con todos los informes de impacto ambiental favorables".
El consejero de Medio Ambiente de la Junta, José Juan Díaz Trillo, cree que "la presa traerá beneficios a la agricultura, la industria y los servicios" y añadió que "tiene todas las garantías medioambientales y científicas. Se mejorará la calidad del agua porque el proceso de captación va a dejar que los metales que pueda traer, por razones obvias, el río Odiel, se queden en el fondo, por lo que el agua ganará en calidad".
El alcalde de Cartaya y presidente de la Comisión Promotora de Alcolea, Juan Antonio Millán, resalta que la presa "no ha tenido oposición" y subraya que las empresas adjudicatarias del proyecto ya pueden comenzar a realizar replanteos, obras de acceso y, por tanto, empieza a ser una realidad". Millán recordó que la presa de Alcolea se gestó en 1994 en el seno de una comisión promotora que se constituyó en Beas. Diputación, Junta, Hidroguadiana y Gobierno apoyaron el proyecto.
A Favor
CONSTRUCCIÓN Menos contaminante
Los defensores del proyecto, las administraciones aseguran que la construcción de la presa contribuirá a la disminución de la carga contaminante. Ponen como ejemplo las experiencias en Chile y Olivargas, presa vecina de Acolea.
CONSERVACIÓN Caudales ecológicos
Para permitir la conservación del caudad ecológico y que el río continúe fluyendo, el agua se embalsará cuando haya grandes caudales, de mayor calidad y menos contaminantes.
CONTENCIÓN Prevenir avalanchas
La presa contribuirá a la protección de la contaminación en la cabecera del río Odiel, ya que amortiguaría avalanchas de lodos procedentes de tras infraestructuras mineras.
En contra
ALMACENAMIENTO Fangos tóxicos
Alcolea almacenará al año 23 toneladas de arsénicos, 12 de plomo, 7 de cadmio y 34 de Niquel prodentes de la cuenca minera. Se colmatará en pocos años por fangos tóxicos, según WWF.
ACIDEZ Agua no apta para regadios
Técnicos agrícolas de fresas y cítricos han contrastado en laboratorio los datos del agua que almacenaría. Con un pH tan bajo, menos de 4, y alta presencia de metales pesados el agua no es apta para riego. El pH mínimo debe ser de 5,5.
RIESGOS Metales pesados en frutas
Existen riesgos indeterminados de introducir metales pesados en los vegetales y frutas de consumo. También dañaría la calidad del agua de los acuíferos.
Planes de descontaminación
Algunos de los científicos que firmaron en 2007 el documento que pidió el replanteamiento de la presa de Alcolea participarán hoy en el diseño de un plan que tiene por objetivo descontaminar sus aguas de metales pesados para hacerlas aptas para el consumo y uso público. Se han realizado varias experiencias piloto. El proyecto contempla balsas de decantación. A día de hoy no hay resultados definitivos. La Universidad de Huelva ha trabajado con residuos de ENCE y hasta con wollastonita( un inosilicato de calcio) para librar de metales pesados los caudales que conducen hasta el muro de contención de Alcolea.
Precio del agua
El tratamiento previo para descontaminar el agua encarecerá el líquido a los agricultores.
"El Ministerio de Medio Ambiente debería emitir un nuevo informe favorable. Y no se ha realizado"
Felipe Fuentesalz Portavoz de WWF
Diario Huelva Información, domingo 20 de marzo de 2011.
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